Durante años, Maia Abonce ha visto a sus padres trabajar incansablemente para darle a ella y a sus cuatro hermanas las oportunidades que ellos nunca tuvieron.
Su mamá amaba su trabajo como enfermera en México, pero dejó su carrera atrás cuando la familia se mudó a Park City hace 18 años. Ahora, Maia sueña con continuar donde su madre lo dejó: quiere convertirse en enfermera y, algún día, en enfermera especializada.
“Mi mamá me inspira mucho. Desde el kínder he querido trabajar en el área de la medicina”, dijo Maia. “Me gustaría dedicarme a pediatría o neonatología; sería muy bonito poder ayudar a bebés, niños y a sus familias en momentos de necesidad.”
Maia, estudiante de último año en Park City High School y participante de los programas Futuros Brillantes y Sueña en Grande, ya ha solicitado ingreso a varias universidades, con más aplicaciones en proceso. Entre ellas está su primera opción, la Universidad Estatal de Washington, donde espera estudiar enfermería.
“Tienen un programa de enfermería muy bueno, por eso apliqué ahí. Todo depende de las becas que obtenga y de si puedo estudiar fuera del estado.”
PROGRAMA FUTUROS BRILLANTES: UN ASUNTO DE FAMILIA
Para Maia, la tercera de cinco hermanas, sus metas forman parte de un legado familiar aún mayor.
Sus hermanas mayores, Isabella (PCHS - 2025) y Naomi (PCHS - 2023), también están abriendo camino. Isabella estudia Negocios en la Universidad de Utah, mientras que Naomi sobresale en la Universidad Estatal de Utah, donde estudia Ingeniería Biomédica.
“A mis padres les encanta. Siempre nos dicen que pongamos la educación primero, así que me esfuerzo mucho y doy lo mejor de mí para poder ingresar a la universidad. Lo hago para enorgullecerlos, y para mostrarles que todo su esfuerzo por cuidarnos realmente vale la pena.”
Las tres hermanas mayores de la familia Abonce ya están haciendo historia como la primera generación en asistir a la universidad, y no serán las últimas. Si de ellas depende, sus dos hermanas menores también se unirán a Futuros Brillantes y seguirán sus pasos.
“Mis hermanas mayores y yo siempre decimos: ‘Nosotras lo estamos logrando, tú también tienes que hacerlo’. Sé que incluso la idea de irse puede ser difícil, además de todo el trabajo que implica prepararse y aprender cómo aplicar, pero quiero que lo vivan. Quiero que lleguen al punto de poder venir a mí por consejos, igual que yo hago con mis hermanas mayores.”
Aun con los consejos de sus hermanas y el apoyo de Sueña en Grande, su grupo de Futuros Brillantes y el personal del programa, navegar todo el proceso para llegar a la universidad y mantenerse en ella no es fácil.
“Lo más significativo de Futuros Brillantes”, dijo Maia, “es formar parte de una comunidad donde todos estamos pasando por lo mismo. Eso ayuda muchísimo. Es como otra familia.”
IMPACTO DE LA EXPANSIÓN
Al inicio de este año escolar, la fundación financió la creación del puesto de Consejera del Programa Futuros Brillantes, una nueva posición de tiempo completo en la escuela secundaria.
El rol de Pepper Elliot integra al programa de Futuros Brillantes dentro del excelente programa de orientación universitaria y profesional de la PCHS, además de liderar la expansión del programa. Maia afirma que los estudiantes ya están viendo los beneficios.
“Antes teníamos reuniones trimestrales con nuestros consejeros. Ahora nos reunimos todos los viernes, y tratamos diferentes temas, como cómo ahorrar para la universidad, cómo decidir a dónde ir y conocer distintas instituciones.”
La asistencia a estas reuniones semanales ha sido excelente. Además, agregó Maia, cualquier estudiante de primera generación puede programar reuniones individuales con Pepper siempre que lo necesite.
“Los demás consejeros están muy ocupados porque tienen que atender a muchos estudiantes, así que este año es mucho mejor tener a una consejera que se enfoca solo en nosotros, los de primera generación.”
La expansión también significa que los estudiantes del programa Futuros Brillantes se benefician de una mayor colaboración con programas como Sueña en Grande. Este acceso a más recursos y especialistas brinda un apoyo adicional mientras los estudiantes trabajan para alcanzar sus metas postsecundarias.
“Lo más valioso que me llevo del programa Futuros Brillantes”, dijo Maia, “es poder lograr mi sueño de obtener un título universitario como estudiante de primera generación. Ayuda muchísimo que el programa sea una comunidad. Es muy bonito tener a personas que entienden tu experiencia.”
Para la mayoría de los estudiantes de Futuros Brillantes, esa experiencia implica un trabajo arduo: mantener buenas calificaciones, conseguir becas y reunir los recursos necesarios para llegar y mantenerse en la universidad.
Maia, inmersa en ese proceso, planea terminar lo que su madre empezó, mientras se compromete a guiar también a sus hermanas menores. Su éxito como futura universitaria de primera generación no será el último de la familia Abonce.
